El inglés se aprende por la lengua
En esta ocasión tenemos una publicación invitada realizada por Antonio Machuca Montalvo, Director de Operaciones de The Institute TITUELS, quien nos habla sobre aprender otra lengua y nuestro lenguaje corporal:
“Las matemáticas se aprenden por los dedos y el inglés por la lengua”
Escuché está afirmación de mi maestro de álgebra en la secundaria mientras me quejaba con él por el número de ejercicios que nos encargaba de tarea todos los días. Nunca le pregunté por qué mencionó también el inglés, pero confieso que con el tiempo descubrí que tenía razón en ambos casos. En otras palabras, mientras más ejercicios de álgebra contestaba de tarea, más fácil me parecía esa materia; y mientras más hablaba en inglés, más fácil se me hacía comunicarme en ese idioma.
Cuando empezamos a aprender un idioma extranjero, es común sentirse avergonzado por nuestra pronunciación, por nuestra falta de vocabulario, porque no sabemos nada sobre el tema del que se habla ese día en la clase (¿qué voy a decir del jazz o del blues si lo que a mí me gusta es la música electrónica?), o simplemente porque nos da miedo hablar con desconocidos en el salón. Todo esto puede provocar que nos quedemos callados y no practiquemos el nuevo conocimiento que adquirimos o, aún peor, incluso que dejemos de usar el conocimiento que ya tenemos.
Aprender un segundo idioma es como aprender a manejar un auto. No se aprende leyendo el manual del fabricante, manejar un auto se aprende manejando un auto. En el caso del idioma inglés, hablar en inglés se aprende… ¡hablando en inglés!
Pero hablar un idioma, ya sea nuestro idioma materno o un idioma extranjero, va más allá de la pronunciación, el vocabulario o la gramática. Incluso si las palabras son las mismas, el volumen de nuestra voz, nuestra entonación, nuestros gestos faciales y nuestro lenguaje corporal hacen que lo que decimos se entienda todavía con mayor precisión… o no.
Al igual que podemos aprender más palabras en inglés o estructuras gramaticales más complejas, también podemos utilizar herramientas que nos permitan mejorar nuestro lenguaje corporal, y con ello mejorar qué tan seguros nos sentimos de nosotros mismos al hablar.
La psicóloga social Amy Cuddy, profesora e investigadora de la facultad de Negocios de la Universidad de Harvard, compartió en una conferencia cómo algunos pequeños cambios en nuestro lenguaje corporal pueden ayudar a la gente a volverse más “poderosa”.
En el caso de aprender un idioma extranjero, el sentirnos más “poderosos” definitivamente es una ventaja. Así podemos concentrarnos en “aprender inglés por la lengua”, en lugar de preocuparnos por no vernos ridículos mientras lo intentamos.
Pueden ver el video de la conferencia en Ted Talks; recuerden que pueden activar los subtítulos en inglés o en español haciendo click en el botón “Subtitles” en la parte inferior derecha de la ventana del video):